Millenium, Stieg Larsson

Millenium es el título de la trilogía bestseller de Stieg Larsson.
Quentin Tarantino y Brad Pitt andan detrás de los derechos para convertir estos libros en un trabajo cinematográfico que les permita aportar su profesionalidad a esta historia.
En mi humilde opinión, esa concesión sería muy acertada tanto para la dirección como para el protagonista.
Como en todas las historias policíacas el eterno binomio buenos vs. malos es el eje central de los tres libros. El tema de los justicieros siempre gusta.
La construcción de los personajes gira en torno al tema candente de los malos tratos.
El escritor hace numerosas referencias a la obra de Astrid Lundgren y a sus dos personajes más famosos (Pippi y Kalle). Es el retorno de Pippi Calzaslargas hecha adulta.
Es una historia un poco fantasiosa en la cosa tecnológica.
Larsson hace alusiones de sus estudios sobre los movimientos nazis en Suecia.
Utiliza los encuentros sexuales de los personajes de un modo efectista y no muy creíble.
Formalmente utiliza descripciones precisas de lugares y abundan las difíciles direcciones suecas que acaban en ...gatan que me imagino se traducirá como calle.
El conocimiento de la burocracia de su país hace más instructiva esta historieta de ficción.
El autor deja al lector descubrir los acontecimientos sin adelantar pistas de lo que pasará.
Curiosidades:
- La inserción de numerosas frases inglesas sin traducir, me hace pensar que en ese país hay un uso del inglés como segundo idioma.
- En Suecia no debe existir el tratamiento de usted, lo correcto debe ser el tuteo tanto si conoces a la persona como si no.
- En “Los pilares de la tierra” la bebida oficial era la cerveza, en “Las cenizas de Ángela” el té deslavado y aquí sin duda es el café.


El ejemplo más claro de lo fantasioso de la historia es querer hacernos creer que existe el periodista objetivo e incorruptible. Je, je, je.

Resumiendo; se trata de una lectura muy amena pero muy larga, porque cada tomo tiene cien páginas de más (Los hombres que no amaban a las mujeres 650 pags., La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina 750 pags. y La reina en el palacio de las corrientes de aire 850 pags.).

Spritz

Aquellos que han disfrutado de paseos por las bonitas ciudades del Véneto se habrán dado cuenta de que en las terrazas de los bares se sirve un llamativo cóctel de color naranja. La bebida en cuestión se llama spritz y suele ir acompañada de alguna tapita en caso de tomarla a mediodía o bien solitaria para las reuniones al atardecer en las numerosas piazzas de la zona.

“El spritz es un aperitivo alcohólico cuyo nacimiento se remonta a
los tiempos de la dominación austro-húngara en el Véneto y en el
Friuli Venezia Giulia, en particular en el area de Venecia y de
Trieste. En su forma original era obtenido de la mezcla entre agua
con gas y vino(normalmente blanco), aunque hoy en día es
comúnmente consumido en Venecia,Padova, Treviso y Trieste.
Con los años ha variado la receta original convirtiéndolo en un
verdadero aperitivo.” Wikipedia

En la Piazza dei Duomo de Padova, en el Corso Porta Borsari de Verona o en la Vía Casari junto al Ponte Rialto de Venezia se repite la imagen de grupos de jóvenes y no tan jóvenes trasegando sus anaranjadas copas.
Yo como soy de la opinión de que “donde fueres haz lo que vieres” me tomaba mis descansitos entre monumentos y chiesas varias para reponer fuerzas. El invento me gustó bastante y he conseguido copiarlo.
Lo más difícil fue conseguir el licor amargo Aperol. En Barcelona lo encuentras en un colmado de Nou de la Rambla y en Salou en una licorería de la calle Buigas.

La mezcla es muy sencilla:
- Una copa con hielos, rodaja de naranja y aceituna.
- 30% de Aperol
- 40% de vino proseco (Blanc Pescador)
- 30% de soda

Con esto y un pequeño ágape sorprendes a muchos. Siempre hay alguien al que no le gusta ese pelín amargo, pero por lo atractivo del color siempre se prueba.
El Aperol se puede sustituir por Campari pero es más amargo y el color es rojo.

¡A disfrutar, que son dos días!

Búscate la vida

Anoche estuve viendo una entrevista en CNN+ en la que Javier Urra Portillo (psicólogo y pedagogo) presentaba su libro “Educar con sentido común”. Al terminar la charla el presentador recomendó su lectura a todos aquellos que se dedican de una u otra manera a la educación de niños y adolescentes; profesores, pedagogos... y por supuesto los padres. En este punto el autor matizó que ya que los hijos se van de casa a los 35 años aproximadamente, más vale que antes los eduquemos bien.
Al decir lo de los 35 años me vino a la cabeza una serie de televisión llamada “Búscate la vida” (Get a life) de Chris Elliot en la que el protagonista Chris Peterson (tonto del culo o como dirían los americanos “jackass”) amargaba la tranquila vida de jubilados de sus padres. Trabajaba repartiendo periódicos pero tenía veinte años más que sus compañeros. La cabeza no le daba para más.
La serie era un poco surrealista pero por aquella época para mí era tronchante. La cabecera de la serie empezaba con una canción de los R.E.M. “Stand” (la que suena ahora en el blog) perteneciente al album “Green”.

Wikipediando un poco me he enterado que uno de sus creadores, David Mirkin, ha sido productor y guionista de los Simpson, lo cual no me extraña.
Tendría que ver algún capítulo de nuevo y ver si están muy trasnochados o si aguantan el paso de los años.
En la actualidad, tal como dice Javier Urra, lo normal es que los hijos abandonen el nido más tarde de los treinta, por lo que el argumento de esta serie hoy por hoy no tendría nada de gracioso.