Como todos sabemos vivimos en un país donde prima la cultura del pelotazo y de esta forma de vida no se libra ni Dios. En Santander existe una tasca de las de toda la vida que ha triunfado con uno de sus pintxos o tapas (para los santanderinos) queriendo explotar el éxito engañando a incautos que quieren adentrarse en el maravilloso mundo de la hostelería. Este pintxo es tan simple que os va a gustar a todo el mundo, tanto hacerlo como comerlo.
Que me perdonen estos señores si les he fastidiado el negocio pero las cosas son más simples de lo que parecen.
Ya me diréis que tal os ha salido.
Ingredientes:
(cuatro pintxos)
Barra de pan precortada (de esas que duran cinco días)
Una lata de pimientos del piquillo
Un bote de bonito en aceite (de los de cristal)
Una cebolla
Un bote de mayonesa con dosificador (yo utilizo la Hellman’s)
Elaboración:
Tostamos cuatro rodajas de pan. Pasamos por la sartén los pimientos del piquillo añadiendo un poco de sal y azúcar para que pierdan la acidez. En otra sartén pochamos la cebolla en juliana lentamente y añadimos un poco de azúcar.
Emplatamos las tostas colocando sobre el pan uno o dos pimientos del piquillo, sobre ellos un trozo de bonito hermoso (valga la redundancia) y un poco de cebolla caramelizada y adornamos con unas ondas de mayonesa.
Esto es un triunfo seguro para una cena. ¡Hala, todos a probar!
Menhires de Clendy
-
En abril de 2021, aprovechando un fin de semana soleado como pocos, decidí
explorar alguna de las muchas zonas de Suiza que aún me quedaban por
visitar. ...
Hace 2 días