domingo, 19 de junio de 2011

Un vino en la piscina

Ayer tuvimos un día entretenido visitando nuestra provincia. Siempre me he echado en cara el no conocer suficientemente mi Comunidad Autónoma. Hemos decidido recorrer campos, pueblos, monumentos y bodegas.
Llegamos a mediodía a la placita San Vicente de la Sonsierra. Nos acercamos al puesto de turismo y tras pedir información del lugar nos despedimos de la chica.

_ ¡Perdonad!
_ ¿Si?
_ ¿Me podríais decir de donde venís?
_ De la capital
_ Ah...
(Nos hemos puesto un poco rojos.)
_ Aprovechad que en el próximo pueblo se celebran las jornadas medievales. Añade la chica amablemente pensando para sus adentros que, ¡vaya riojanos!.

Después de ver el pueblo nos fuimos a ver la ermita románica mejor conservada de La Rioja. Se llama Santa María de La Piscina. Una pequeña iglesia con sus canecillos adornados, escudo sobre el portón y pequeños vanos a modo de ventanas. El nombre de la piscina viene de una necrópolis excavada en una zona rocosa próxima al edificio. Hay una especie de poza circular que en un principio se pensaba que era para lavar a los muertos y después como pila bautismal exenta. A mí me extraña hasta que esos huecos de la roca sean tumbas, entre otras cosas porque medían unos 70 centímetros.
Como el aire campestre nos había abierto el apetito era el momento de buscar viandas en el poblado medieval. Aunque había un espectáculo de bailarinas orientales con el ombligo al aire, mi nariz me guiaba a las cazuelitas de picadillo, pinchos de morcilla, fiollas, etc.
Me peleé con arqueros, inquisidores y arrieros hasta alcanzar los tablones donde reposaban las jarras de vino y conseguí el preciado tesoro medieval.
Después de la fiesta fuimos a una bodega a hacer una cata de siete vinos. Digo “cata” y no “chiquiteo”. Por primera vez en mi vida escupí un vino. Y seamos sinceros, lo hice porque no me gustaba. Eran unos vinos muy comerciales para esquilmar a los turistas.
Tratamos de descubrir los aromas a fruta, a regaliz, a chuches, a café, etc. Todos esos olores al ser imaginados han tenido que ser catados mil veces para adivinarlos correctamente. Había gente que decía que uno de ellos tenía aroma a anchoas. Lo que os digo unos vinos nada del otro mundo.
En la próxima espero comprar alguna botella.

lunes, 13 de junio de 2011

Carrot cupcakes

La operación bikini llega a su fin. El sol brilla en el cielo y los cuerpos se tuestan en las playas.
Aquí llega el producto que revolucionará todo el mercado de los cosméticos solares. Este será el primer producto que además de ayudarte en tu bronceado hará que tu cuerpo segregue endorfinas beneficiosas para la relajación.
De todos es sabido que no hay nada mejor en la dieta que unas buenas zanahorias cargadas de caroteno o pro-vitamina A.
Si a eso le añadimos una cantidad de azúcar considerable, que mitiga las penas, tenemos un cóctel ideal de felicidad para un postre veraniego.
En numerosas recetas y enciclopedias culinarias se hace referencia al carácter histórico de este tipo de tartas. Desde el medievo por la escasez de azúcar se usaba zanahoria, tras la II Guerra Mundial en EEUU por el mismo motivo. Yo no se si esto está contrastado. Pero, ¿no podía ser que a algún repostero innovador le gustase y volvió a repetirla?.
Dejando aparte estas discusiones sobre el origen, voy a poner mi receta de tarta que he transformado en unas lindas cupcakes individuales.

Ingredientes:
50 grs. nueces de macadamia
170 grs. zanahorias
100 grs. harina de repostería
40 grs. harina integral
2 huevos
100 grs. azúcar
140 grs. aceite de girasol
2 rodajas piña
1 cuchara postre de esencia de vainilla
½ cuchara postre de bicarbonato
1 cuchara postre de levadura
1 cuchara postre de canela
1 pizca de sal

Frosting

150 grs. queso Philadelphia
125 grs. azúcar glas
25 grs. Mantequilla
150 ml. nata

Elaboración.

Tostamos las nueces en el horno, se dejan enfriar y se trituran. Picamos la zanahoria con un robot. Troceamos la piña en daditos pequeños. En un bol mezclaremos los ingredientes secos (harina, bicarbonato, levadura, sal, canela) y en otro los líquidos (huevos, azúcar, aceite y esencia de vainilla).
Unimos los secos con lo líquidos homogéneamente y le añadimos la zanahoria, las nueces y la piña. Rellenamos los moldes y las metemos en el horno unos 30 minutos a 180º.
Para el frosting batimos la mantequilla con el queso y vamos añadiendo el azúcar glas y la nata previamente montada. Rellenamos la manga pastelera y reservamos en el frigo. Cuando las magdalenas estén frías les añadimos el copete.

sábado, 4 de junio de 2011

El sueño del celta, Mario Vargas Llosa.

Este libro tuvo mucho "bombo y platillo" por la concesión de los suecos del preciado galardón de las letras.

Me imagino que Alfaguara consciente del evento y de las consiguientes ferias vió en el manuscrito un filón sin llegar a leerlo.
Después de haber leído el libro y consultar la wikipedia tengo la sensación de, una de dos, o el libro está escrito al pie de la letra de la wiki o la wiki se ha escrito después del libro.
El argumento del libro es la biografía de un diplomático inglés que aportó un germen de independencia a Irlanda.
Los personajes no tienen mucha profundidad. Están vacíos. No dicen ni cuentan nada. La estructura es mala. Hay capítulos que son un aténtico coñazo (cárcel). El tema principal de la historia se resuelve en pocas hojas.
Se centra mucho en la explotación colonialista de las metrópolis anteriores a la primera guerra mundial y no tanto en el personaje.
A mi entender este libro se debería vender como un ensayo y no como una novela. La editorial ha hecho un gran trabajo para camuflarlo como tal y ganar más "perras".
Es una biografía muy objetiva que hace que el lector no sienta nada.
Con lo que disfruté de "Las travesuras de la niña mala" y lo indiferente que me ha dejado este.


miércoles, 1 de junio de 2011

Huevos fritos en el Bulli

Los publicistas me han convencido. Me apetece comerme unos huevos viendo el Mediterráneo en una calita de Rosas, pasearme por Ampurias o callejear por Cadaqués. Y desde luego tomar unas medianas ya sea en una fiesta en la playa o hablando de física cuántica con Ferrán Adriá.