La otra tarde estaba viendo un peli (no importa cual) en la que los personajes manejaban un giradiscos desplazando la aguja al principio de la canción deseada. Disfrutaban de ese rasgar el surco sacando sonidos que ni por asomo consiguen los formatos digitales.
Sentí una añoranza de ese aparato y de todo lo que significó para mí.
Laboralmente llegué a dominarlo a la perfección aún destrozando las agujas de diamante para lograr efectos no grabados.
Personalmente lo comparo con los libros de papel.
Los simios tienen la capacidad y el gusto de aprehender objetos con sus extremidades superiores. El hecho de tocar y manipular cosas, lejos de la utilidad, provoca un placer no siempre valorado.
Cuando elegías un disco manipulabas el cajón desplazando las carátulas de los anteriores y posteriores hasta que conseguías el que buscabas. En el camino habías visto otros tantos que separabas en un montañita para añadirlos a tu sesión.
En el instituto, en la clase de dibujo, teníamos una evaluación que consistía en hacer una carátula para un imaginario disco superventas.Cuando salió el CD todo el mundo estaba de acuerdo con la limpieza del sonido y la durabilidad del soporte físico. Hoy hemos llegado al extremo de no necesitar ni soporte físico (con la conexión a la web es suficiente).
Se me estropeó el equipo de música y ahora mis discos están al fondo del trastero cogiendo polvo.
Fiel reflejo del sentimiento que padezco es la película Alta Fidelidad, una comedia romántica que gira entorno a este tema.
Voy a visitar ebay en busca de algún Denon o Technics porque esta angustia me está matando.
LLÁMAME PAUL
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Creo que deberíamos atribuirle ya a *Víctor Matellano* el título del mejor
historiador sobre cine español de los últimos años.
Su labor, es encomiable,...
Hace 1 semana
9 comentarios:
LLevas toda la razón. ¡Esos discos en vinilo, joerr!.
Sacar suavemente el disco, procurar no tocarlo con las yemas de los dedos para no ensuciarlo, limpiarlo con un pequeño trapito y acertar a insertar en el "chirimbolo" del tocadiscos para después desplazar de forma poco temblorosa la aguja al inicio de la pista correspondiente.
Si después de todo esto, escuchas una canción de Beatles (Yesterday) sólo falta coger a tu chica y disfrutar hasta..... la siguiente canción (tras una pequeña pausa).
¡Vaya recuerdos, ciudadano!.
Un abrazo,
El placer de sentarse con tu cervecita elegir tus discos y el corte que queria escuchar,eso se perdio,yo que todavia conservo unos pocos vinilos aun se me pasa por la cabeza volver a comprarme un tocadiscos,un saludo y me has hecho recordar un viejo placer ya casi olvidado,me voy a ver si aun estan mis vinilos en su cajon.
Cuánta razón tienes, la ceremonia de la elección del vinilo se ha perdido, ahora hay otras, pero no es lo mismo. Un beso!
A mí también me encanta ALta Fidelidad por cómo refleja las relaciones de pareja.
¿Sabes que me ha venido a mí a la cabeza? Mis padres tenían una cadena Sony muy parecida a esta estética
http://www.teloanuncio.es/imagenes_selector/volc_tc_g11.jpg
pero de aquellas grandes que iban en un mueble hasta el suelo, en el que podías guardar los discos en la parte de abajo. Y teníamos un disco de Parchís, ¡jajaj! Era súper chulo porque era de color amarillo medio transparente, y eso en los 80 era la caña...
Y los de Supertramp de mi madre...
También recuerdo cuando tenía que comprar discos para el trabajo que tenía que escuchar unos 50 en poco tiempo. Primero apartaba los que me sonaban de algo, segundo los que habían tenido un exito anteriormente, los poperos para mí, etc. En la tienda monopolizábamos un plato y empezábamos a pinchar, una buena entrada con garra, un estribillo pegadizo, una buena caja de ritmos, cortes con cambio de tercio... todas estas cosas valían para la elección.
Ya en la cabina, lo que dice José Manuel, a limpiarlos con trapitos, expray, etc.
Severino ya somos dos buscando giradiscos.
Andrea ahora vienen libretos y desplegables en los CD pero antes podías ver la foto de tu cantante incluso en tamaño natural.
Maybellene "Alta Fidelidad" y "Casi famosos" son dos películas sobre música que me encantan y tiene delito no haberlas visto.
Cuando voy a casa de algún amigo que todavía vive con sus padres veo equipos como los que dice Pecosa, y algunos hasta funcionan.
Mi familia, en total, tendrá unos 2000 discos de vinilo de todos los tamaños, esparcidos entre hermanos y sobrinos. No los soltamos.
Los hay de 16, 33, 45 y 75 rpm, mas viejos que la pana, pero que suenan. Los peores son, precisamente, los últimos que se editaros, que se rallan con mucha facilidad.
Venden, aún, giradiscos, y algunos con conexión USB, con lo que puedes convertir en MP3 o en el formato que quieras, con sus sonidos originales, ruiditos y todo.
Particularmente me parece una idea estupenda, por conservación y facilidad de escuchar.
Un abrazo,
Ciudadano Ulises,
Tu colaboración de viaje a la Provenza ya está publicada. Muchas gracias
http://paradaconfonda.blogspot.com
http://ventanademarbella.blogspot.com
Al final le dediqué un post a la peli!! :)
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