miércoles, 21 de julio de 2010

Breizh

Este es el nombre que recibe Bretaña en su original dialecto Bretón.
Hemos recorrido pueblos del alto medievo rodeados de murallas y con una conservación de sus viviendas perfectas.
El recorrido empieza en Guerande donde hay muchas casas asimétricas intramuros. Al lugar se accede por una gran puerta flaqueada por dos enormes torres. Cuando entras empiezas a ver el ambiente turístico del lugar, plagado de creperías, pastelerías de renombre y souvenires bretones.
Aparte de los creps, las sardinas marinadas aparecen tanto en platos calientes como en ensaladas y estos son regados por sidra que se parece más a la del gaitero que a la sidra natural asturiana. No está mal, ya me he trincado tres botellas. La cerveza que se tira aquí se llama Pelforth y deja que desear.
La segunda visita es Vannes, un pueblo que sorprende al pasar los muros con unas casas típicas de muchos pueblos franceses construidas a base de troncos coloreados y adobe. El resultado son casas bajas con paredes que no guardan la verticalidad en sus fachadas exteriores y parece que unas se apoyen en otras.
A unos 20 Km se encuentra el pueblo de Auray donde se encuentra el puerto medieval Saint-Goustan amenizado estos días por trovadores que dan la bienvenida al visitante con historias marineras. Una cosa curiosa del barrio marinero es el tamaño de las puertas de las casas, miden poco más de un metro.
Cerca de Auray tenemos una zona de playa llamada Carnac en la que se encuentra uno de los monumentos megalíticos más importantes del mundo por su extensión. Es impresionante ver 4000 menhires todo tiesos en fila india en una extensión de 4 Km. Parecen los grandes almacenes de Obelix.
Continuará...

5 comentarios:

EriKa dijo...

Desconocía lo bonita que puede ser esa zona, debe ser impresionante ver tantísimos menhires juntos.
Sigue contando. :)

Pecosa dijo...

Madre mía, niño, qué fotazas. Es todo precioso. Muy curiosas estas casas con los troncos de colores, la verdad es que le dan un aire de lo más pintoresco al lugar.

A mí también me han venido a la cabeza Astérix y Obélix desde que, ya en tu anterior entrada, has nombrado a los galos. Sin duda lo de la foto es la cantera de Obélix ;)

Quiero comerme esos pasteles. Y quie-ro-es-tar-en-e-sa-pla-ya.

Mica dijo...

Me uno al comentario de Pecosa, y me debes un teclado nuevo, el mío lo he estropeado babeando por los pasteles.

ulises dijo...

La zona merece la pena visitarla.
Las casas estas están por todos estos pueblos. O son con troncos coloreados o son todas de piedra.
Los pasteles me quedé con las ganas de probarlos porque estos franceses no coinciden con mis horarios.
pensaremos todos que tenían un sabor maravilloso.

Tawaki dijo...

Ya veo, estuviste por el sur y yo por el norte, por eso no coincidimos en los lugares.

Me encanta la Pelforth, no entiendo cómo no te puede gustar. El problema es que no se encuentra en España.