viernes, 29 de julio de 2011

Sin perder el Sur

Los dos días siguientes los pasamos visitando la Plaza de España, catedral, Archivo General de Indias, edificios de la Exposición iberoamericana y Reales Alcázares. Tanto la Plaza de España como el Teatro Lope de Vega y edificios colindantes formaban parte de la Exposición Iberoamericana de 1929 y embadurnados en crema los visitamos uno a uno. Los Reales Alcázares estaban mejor conservados que La Alhambra de Granada. Entre medio, auténticos bares sevillanos como "Casa Plácido" y "El Rinconcillo". En cuanto a restaurantes hicimos caso a las recomendaciones de Tripadvisor y comimos muy bien en "La vinería de San Telmo" y en "El campanario". En Andalucía según los últimos estudios es donde más obesos hay de España y eso es sin duda porque comen más que los demás. Las propuestas en los menús eran de tapa, 1/2 ración o una ración. La tapa se podía repartir para dos personas. Los primeros días nos sobró comida. La catedral no era para tanto como pone en las guías de viaje. Estuvimos en una zona de bares llamada "La Alameda de Hércules" en la que la oferta de copas iba desde botellines a un euro y copas a tres con cinco. Se estaba preparando una procesión en honor a Santa Ana de Carabaca pero no la vimos porque el personal no tenía prisa por sacar a la Santa de la ermita. Los cofrades engalanados con traje y corbata hacían cola en la entrada de una tasca que anunciaba en su puerta "cubo de 8 botellines y gambas por 10€". Era comprensible su devoción por la rubia y el marisquito.

El sitio era bastante agradable pero teníamos los días contados y había que ver más cosas.
Para los que no han ido este año a la capital hispalense les diré que han hecho una construción espectacular en la Plaza de la Encarnación. Se llama El Metropol Parasol y es una estructura que cubre unas ruinas romanas a las que han puesto de nombre "Antiquarium Sevilla". De esta manera sigue estando la plaza, el foro, cafeterías y tiendas, paso de circulación y la plaza de enfrente todo integrado. Yo como un tonto cada vez que pasaba por allí me liaba a hacer fotos. Pasé tres veces y sin exagerar tomé 40 fotos.
En las tascas había algún poeta piropeador y algún viejo marinero ahogado en "servesita" dando el cante.
El tópico de lugareños de chiste y pandereta no es cierto y nos hemos encontrado una gente más bien seria, profesional y con pocas ganas de fiesta.
La sensación que he sacado de esta ciudad es que es un sitio que no hay que dejar de visitar unas cuantas veces en la vida.

jueves, 28 de julio de 2011

Un poco de Sur

Hace poco me comentaron unos amigos que se iban a quitar todos los vuelos de Ryanair de Zaragoza y Reus. Por lo visto los ayuntamientos no están dispuestos a pagar el impuesto revolucionario que exige la aerolinea por operar en sus ciudades.

Ni corto ni perezoso busqué un destino barato desde Zaragoza antes de la supresión de dichos vuelos. Dado que Aragón trabajó el lunes yo pude sacar unos billetes baratos a Sevilla.
He viajado mucho con Ryanair y no he tenido quejas. Esta vez voy a enviarles una protesta por el maltrato recibido por sus trabajadores en el aeropuerto de Zaragoza. Con eso de limitar el equipaje de mano antes de entrar en el avión te miden las maletas para ver si te excedes un centímetro y te meten una facturación a modo de multa. ¿Estos, qué se piensan?¿Que no sabemos leer las condiciones que marcan ellos mismos?
Me dió la sensación de estar protagonizando una peli de nazis en la que subes a un tren con tu pequeña maletita.
- Los que van con maletita por esta fila, los que van sin nada o con mochila por la otra.
- ¡Señora, haga el favor de meter su bolso dentro de la maletita!
- ¡Circulen!¡No se paren!
Como he dicho, voy a mandar una queja formal a la aerolinea y ¡qué coño! también a AENA.
Me imagino que los trabajadores estarán un poco desmotivados porque en unos meses van al paro, pero eso no es excusa para ser un cabrón.
El vuelo nos llevó a destino escuchando todo tipo de ofertas de comida, productos varios y sorteos.
Llegados a Sevilla hicimos el check-in en el hotel más céntrico, con piscina y asequible que encontramos. Buscamos un sitio para cenar. La oferta era ámplia pero muy destinada al turista guiri. Un consejo:¡Evitad todo garito que tenga un cartel de Paellador en la entrada!. Elegimos uno de rancio abolengo que por supuesto tenía en su carta pescaito frito. Después de cenar estuvimos ruando por la ciudad para un primer contacto y nos desilusionó el no encontrar nada de mambo por sus calles. Sólo se veían turistas como nosotros haciendo fotos a las bonitas fachadas bien iluminadas.
Como estábamos cansados decidimos ir a dormir para estar frescos el sábado.
Despertamos a eso de las 09.00 y en media hora desayunábamos en una pastelería céntrica en la que el servicio era un poco malo. Las calles se veían vacías. Fuimos al punto de información turística para coger un plano de la ciudad y el señor que nos atendió nos explicó que pasada "La Feria" los sevillanos huyen los fines de semana a la playa y dejan desierta la ciudad.
- Me da mucho coraje. Tratas de vender la belleza de tu ciudad y la alegría de sus gentes y te quedas sólo con el 50% de la oferta.
Esto que nos contaba venía a explicar el que un sábado a las 11.00 no hubiese un alma por la calle Sierpes que se supone que es la zona de tiendas más céntrica.
La consulta nos sirvió para saber que eran fiestas en Triana. "La velá de Santiago y Santa Ana". Ya teníamos planes para esa noche.
El resto de la mañana dimos una vuelta por la ribera del Guadalquivir y almorzamos un mollete con aceite y tomate y una Cruzcampo. Por la tarde después de comer, siestita y piscina. Maqueados para la noche de fiesta nos dirigimos a Triana por el puente de Isabel II y nos comimos unos pajaritos(codornices) en casa Ruperto. Después unos montaditos y servesitas en una franquicia sevillana. En la calle Betis tenían montadas unas casetas con pescaito,gambas y botellines. La caseta del PP estaba estratégicamente puesta entre la del PSOE y la del PCE. El día lo terminamos viendo un concurso de sevillanas en el cual el nivel, cosa normal, era alto.
Continuará...

lunes, 25 de julio de 2011

sábado, 16 de julio de 2011

El consuelo, Anna Gavalda

Hace un par de años vi una película francesa que me gustó mucho titulada "Juntos nada más". Leyendo los créditos ponía que estaba basada en el libro de una de las escritoras de moda en el país galo. Anna Gavalda junto a Muriel Barvery están dando el relevo a Michel Houellebecq en la literatura francesa actual. Anna Gavalda en esta obra se mete en la piel de un hombre triunfador en la vida pero desgraciado en la vida amorosa. Su vida es fruto de un trauma adolescente que ha marcado un rechazo a su vida pasada. Un acontecimiento hace que su vida anterior le golpee de cara hasta hacerle cambiar la concepción de lo que realmente importa.
La exposición en este libro es extensa y hace que algunos abandonen la lectura antes de lo bueno. A la mitad del libro la novela es amable, bucólica y un canto a la vida que te hace recapacitar sobre lo que verdaderamente importa.
La escritora juega con el mundo teatral presentando actos que el protagonista relata a modo de narrador.
Es una buena lectura para disfrutar en este verano.