martes, 30 de diciembre de 2008

Los libros arden mal, Manuel Rivas

Obra mayor de la literatura gallega. Esta es la definición que da la prensa especializada sobre este libro. Yo me he esperado a leerlo cuando ha salido en versión barata.
No va a llegar a ser un best seller debido a que es difícil de leer, y por lo tanto no se va a recomendar. En cambio, como dicen algunos medios, perdurará en el tiempo, cosa que querrían muchos escritores de superventas.
Es denso pero con una prosa impresionante que refleja el dominio del lenguaje del autor.
Hace referencias a García Lorca y su Poeta en Nueva York con la gota de sangre de pato y a diálogos de Shakespeare.
Lo empiezas a leer y cuando llevas un tercio todavía andas buscando una trama que no existe. Rivas describe una cantidad de personajes y lugares que a veces se interrelacionan en una historia que no es tal. Se podría decir que es una narración costumbrista de la posguerra en la que ni el autor ni sus personajes se definen a favor de vencedores o vencidos.
Curiosidades: la ley penalizadora del adulterio, el misterio del nombre de la agencia EFE o la forma que tenían los frailes de saltarse la vigilia sin pecar (pescando los cerdos del río)
En resumen, está muy bien el continente pero no así el contenido. No es una novela al uso. El contenido no tiene una estructura típica, las acciones pasan sin deformar ni el tiempo ni el espacio. Manuel Rivas quiere reflejar el carácter de la gente de A Coruña y eso es lo que consigue.
Está bien si tienes tiempo y lo puedes compaginar con alguna lectura más ligera.

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