martes, 30 de noviembre de 2010

El no viaje a Kovalam

Nos levantamos animados por nuestra última visita en la India. El sitio prometía bastante, playas vírgenes con enormes rocas oscuras y cantidad de palmeras que parecen querer saltar al mar. También bonitos paseos en barca por unas lagunas espectaculares que te hacen pensar en el Amazonas. El recepcionista del hotel nos aconsejó el sleeper train with A/C. Le dijimos que ya habíamos tenido una mala experiencia con los trenes indios pero él nos aseguraba que este era mejor. Nos apañó el desplazamiento con taxi y estuvimos en la estación haciendo tiempo mientras lugareños nos contaban su vida y nos preguntaban “de donde sois”, ”es la primera vez que visitáis India” y “si volveréis a visitarla”. Como pasa en todos los sitios en la India, a la llegada del tren todo el mundo se pegaba por entrar primero y pillar sitios maravillosos que no existían. El vagón en sí parecía un barracón de Mauthausen con una especie de literas de skay azul y cortinillas de tela nada limpias. En el exterior hacía 34ºC y dentro no se superaban los 15ºC. El trayecto era Ernakulam-Trivandrum pasando por unos cuantos núcleos rurales. A la media hora me empecé a sentir indispuesto, tenía un dolor en el estómago que yo pensaba que era debido a una especie de corte de digestión. Por más que iba al asqueroso toilet del vagón no conseguía quitarme ese dolor. El tren era bastante lento y yo cada vez tenía más dolor y unos sudores fríos que me mataban. Cuando pasamos por una ciudad más o menos grande nos tiramos literalmente del tren para coger un taxi que nos llevase directos a kovalam. Con dolor y todo aun pude regatear el taxi. A los diez minutos de estar en el coche le dije al hombre que se olvidase del destino y que me llevase directo a un hospital privado. El hombre paró a preguntar en una tienda de telefonía y me llevó a uno que estaba a un kilómetro. Los hospitales de pago de la India no tienen nada que ver con los de España. En cuanto un médico me examinó un poco y me hizo una serie de preguntas me pusieron un catéter y la que lo hizo iba descalza y sin guantes de látex. Me empezaron a dar unos temblores como sin fuese el niño del exorcista y no podía controlarlos. Tras inyectarme calmantes y relajantes musculares la cosa mejoró. Me subieron a una silla de ruedas y fui pasando de sala de ecografía a sala de rayos X y después a observación en una cama en la que vete tú a saber quien había estado tumbado antes. Siguiéndonos a cada paso venía una india pequeñita con una libreta que iba cantando el coste de cada prueba que me realizaban. Tras dejarnos un rato en la cama de observación apareció el médico para explicarme que tenía un cálculo en el riñón de 9 milímetros y que debía quedarme en una de sus estancias de pago. Ya nos habíamos puesto en contacto con el seguro y habíamos elegido la habitación más cara. El jefe del hospital vino a pedirme la tarjeta de crédito para que prepagase la estancia. Me decía que pagase yo primero y que después lo reclamase al seguro. Le dije que no, que ya estábamos contactando con el seguro para solucionar el tema del pago. El tema no se solucionó hasta la tarde del día siguiente y a cada momento nos reclamaban la pasta. La habitación más cara del hospital tenía hormigas, mosquitos y en la ventana del baño cagadas de ratón. En ninguno de los baños de todo el hospital había papel higiénico, eso sí, había un cubo con una jarrita que ya habíamos visto en otros sitios y ahora ya sabemos para qué era. La intención del médico y del jefe del hospital era operarme allí mismo. Le dijimos que no, que teníamos el vuelo previsto para el día siguiente y la operación la haríamos allí. No pareció muy conforme con el tema y me dijo que tendría que firmar el alta voluntaria. Yo la firmé de mil amores. No me iba a operar en un sitio donde el personal sanitario iba descalzo y había constantes cortes de luz. Ni te digo la anestesia que se tiene que usar allí. Huimos despavoridos en cuanto nos dejaron. En el avión de vuelta me empezó de nuevo el dolor pero con una bolsa de agua caliente en el estómago y riñones se me pasó y pude dormir unas horas. En urgencias en España me dijeron que no me veían mal y que la piedra parecía haber empezado a caer sola. Tengo cita para el urólogo a ver que me cuenta del asunto.
Este es el final de mi aventura en la India. Las fotos de lo que pude haber visto están sacadas de la página de turismo de Kerala. Las más feas son la entrada del hospital y el paciente impaciente al que no le han puesto ni pijama.

17 comentarios:

juanjo dijo...

Jopeeeeeeeee....pues si que acabo mal la cosa.La verdad es que los hospitales hindues deben ser poco fiables
Espero que te recuperes de tu aventura
Un abrazo

ulises dijo...

Gracias Juanjo, Ya me encuentro mejor. Me han hecho aquí alguna prueba y de momento los riñones siguen funcionando bien. Menos mal que fue el último día y no el primero.
La gente me pregunta si volvería, les digo que ahora mismo.

Música dijo...

ay madre, q termine más amargillo..., pero bueno, por lo menos ha sido algo que puedes resolver a la vuelta, una jodienda lo del riñón, desde los 15 años me dan cólicos nefríticos y por suerte no me he tenido que operar, pero cada vez q viene una crisis...q te voy a contar. Este año ha sido especialmente malo al respecto, arenilla, cristalitos, infecciones recurrentes de orina..., es mi punto débil, ahora lo sé, este año no ha sido bueno y la bajona ha venido por ahí. Mañana recojo resultados de un TAC (q sensación más desagradable cuando te quema el líquido ese por dentro) q de paso me han hecho de todo el abdómen y zona pélvica, a ver q pasa. Bebe mucha agua, embotellada o de la BRita (soy fan de esa jarra), cola de caballo y x supuesto toma "herbasulina", la encuentras en la farmacia. Un beso y a ponerse bueno pronto ;-)
Palabra verif: drogies jajajaja

severino el sordo dijo...

Tremendo final pero todo cuenta,espero que mejores pronto,un saludo.

Mica dijo...

Vamos, un viaje para recordar toda la vida. Lástima que no pudieras disfrutar del último día, te quedaste con la miel en los labios. Yo creo que de ver eso que cuentas en el hospital y la tensión de ponerme mala en un sitio así, hacen que me de un "jamakuko" y no lo cuento. Espero que estés mejor. Un besote.

ulises dijo...

Música, el caso es que ahora no siento nada raro. Todo el mundo me dice lo que comentas pero a mí no me aparecen esos síntomas.
Severino, también cuenta, porque cuando te preguntas ¿Qué haría si me pasara algo en ese país? Ahora yo lo se de primera mano.
Mica, cuando estás mal te da igual todo, sólo quieres que te quiten el dolor. Gracias, parece que estoy mejor.

IBE dijo...

Pues como se haya desintegrado el cálculo...nos quedamos con una de las fotos más importantes del final, jooo

A ver si te lo solucionan del todo para evitar los dichosos cólicos que deben ser criminales.

ulises dijo...

IBE, esperemos que no me vuelva a aparecer.

Pecosa dijo...

¿¿Pero qué coño...?? ¿No podías acabar los viajes como las personas normales, sin suero intravenoso? ;)

Permíteme que me ría del tema, ya verás como de aquí a un tiempo te partirás de risa recordándolo (si es que no lo haces ya). ¡Pocos turistas han tenido una anécdota así! Por cierto, brutal tu foto en la camilla. No me digas que no es pintoresca.

Ahora lo importante es expulsar la piedra (¡ya tienes tema para otra entrada!) y que te recuperes.


Con dolor y todo aun pude regatear el taxi, ¡grande, Ulises!

Unknown dijo...

Joooo, yo iba a preguntar cuantos días más andabas por el extranjero, y voy y me encuentro una foto tuya encamado y ensuerado.
¿Es que querías probar todo de todo en las vacaciones?

Aún así, todo se queda en una anécdota para contar en las noches de amigos.

P.D.: yo siempre digo que no le deseo ni a mi peor enemigo ni un dolor de muelas ni un dolor de cólico.

P.D.2: que bueno que viniste.

ulises dijo...

Pecosa, el caso es que ha sido llegar a España y desaparecer la piedra.
Loco, gracias por la bienvenida. No todo el mundo puede decir que ha estado en un hospital de la India.

Música dijo...

que suerte hijo, a mí me dieron el resultado del TAC con contraste y tengo una piedra algo mayor que un garbanzo en el riñón derecho, y un quiste en el ovario derecho, si es que soy roja hasta para los dolores!!!, no es aconsejable q vaya a los países bajos en estos tiempos....:P

ulises dijo...

¿Y que solución te dan los médicos para el garbanzo?

Música dijo...

hasta el 22 de Diciembre no tengo la cita con el especialista, imagino que destruirlo en la bañera esa de ultrasonido, pero vamos, que espero que no sea operación, me viene fatal jajaja

Lakacerola dijo...

Yo de ti tampoco me metería en una operación alli, vi en un reportaje que es dónde más tráfico de órganos se hacen por dinero. La gente muy pobre vende uno de sus riñones para conseguir dinero. Me alegro de que la cosa terminara mejor.
Un abrazo.

guantes de latex dijo...

It was very unhygienic for the doctor to examine you without latex glove when indeed it is a universal precaution for physical assessment. Latex gloves prevents the spread of unknown microorganisms.

ulises dijo...

Música, aquí en el norte ya no se debe hacer lo de la bañera que es un poco doloroso. Te ponen una almohadilla sobre los riñones y emiten rayos desde afuera.
Lakacerola, eso es lo que me dice todo el mundo. Imagínate que me dejo y vuelvo con un riñón menos y ya de paso con medio hígado.
guantes de latex, ¿pa qué?, es un elemento sobrevalorado en occidente.